Así como se extiende una felicitación al Gobierno por asumir el tema de la sangre, por Constitución y por Ley, creo que de la misma forma hay que extender un agradecimiento sincero a la Cruz Roja Ecuatoriana por haber asumido el tema de la sangre, que no era su obligación, por 63 años.
Me llama la atención que 63 años y 29 Bancos de sangre sean asumidos por el Ministerio de Salud en 2 meses. Me imagino que el Ministerio absorberá o indemnizará el personal de los Bancos y asumirá las inversiones realizadas en tecnología por la benemérita Institución.
Es importante reconocer que por 59 años Cruz Roja no recibió ningún tipo de apoyo para la realización de esta labor y que tan sólo en los últimos 4 años el Ministerio ha asumido parte de esta responsabilidad.
El tema de la sangre es de un enorme compromiso ya que la sangre no se puede fabricar. Es vital para operaciones, tratamiento de leucemia, trastornos sanguíneos y en el tema de emergencias y desastres. Tal como ocurrió en el terremoto de Haití donde la Cruz Roja Ecuatoriana mandó pintas de sangre a República Dominicana para atender la emergencia.
Esta solidaridad, credibilidad y confianza es lo que la gente siente cuando mira un emblema de la Cruz Roja y sin dudarlo apoya o en este caso, dona sangre, olvidándose de sí y ayudando a salvar la vida de 4 personas que ni conoce. Esta conciencia ciudadana la ha hecho y la hace la Cruz Roja día a día a través de sus servicios médicos, de sus ambulancias y de los más de 5 mil voluntarios que creen en la dignidad humana.
Tener un banco de sangre no es tener una refrigeradora. Es una obligación con la vida, con la ética y con la bioseguridad que están garantizadas por la certificación ISO 9001 de calidad que poseen los Bancos y el Hemocentro de la Cruz Roja Ecuatoriana. Certificación que no posee ni los Bancos de Sangre de las Fuerzas Armadas ni del IESS.
Cruz Roja le deja al gobierno un estándar muy alto por cumplir, al dotar del 70% de la demanda nacional (260 mil hemocomponentes anuales), al atender y subsidiar a personas con trastornos sanguíneos como la hemofilia (cuando la sangre no se coagula), anemia aplastia (cuando la médula deja de producir sangre), al realizar 14 pruebas a la sangre.
Ahora, lo que todos los ciudadanos esperamos es que estas normas de calidad se mantengan o se superen y que no vaya a pasar como en el año 96 donde 21 personas fueron infectadas con VIH-SIDA al realizarse hemodiálisis en una clínica contratada por el IESS donde actualmente sólo uno de ellos vive.
Porque como dice el presi está prohibido olvidar.
Jorge Ignacio Flores
CI. 171406179-1