Quito, abril 18 del 2013
Señor
Orlando Pérez,
Director del Diario El Telégrafo
Guayaquil
De mis consideraciones:
Mucho agradeceré se digne disponer la publicación del siguiente comentario, en Cartas a la Dirección:
Luego de 35 años vuelve a ser noticia mundial la ricina, al descubrirse este veneno letal en cartas dirigidas este mes de abril, tanto al presidente Barack Obama como al senador republicano Roger Wicker. Por lo que es oportuno recordar que en septiembre de 1978 fue asesinado el desertor búlgaro Georgi Marcov, no utilizando una carta, sino simplemente un paraguas. Cuando Marcov cruzaba el puente londinense de Waterloo en camino a su trabajo como locutor del servicio búlgaro de la BBC, sintió una repentina punzada en el muslo derecho y al volverse vio a un hombre que manipulaba torpemente un paraguas. “Lo lamento”, se disculpó el hombre y corrió hasta un taxi que se acercaba, en el que desapareció. Este paraguas camuflado era en realidad una pistola con aire comprimido, con la que se le disparó a Markov un perdigón cargado de ricina, que le produjo la muerte cuatro días después.
En el caso presente, las dos cartas han sido detectadas a tiempo por el Control de distribución postal de la Casa Blanca y el FBI, ya que la ricina puede causar la muerte también por inhalación. Ya ha sido detenido un sospechoso y a Dios gracias Barack Obama y Roger Wicker seguirán en sus cargos vivitos y coleando.
Atentamente,
Raúl Córdoba Avilés
Cédula: 0600580955