La mayoría de los diarios coincide en que este Día del Trabajo los trabajadores aparecerán divididos en las marchas populares. Verdad es que la dirigencia laboral de oposición guiará a sus centrales a su parecer y criterio ideológico y que las afines al Gobierno lo harán de la misma forma. Pero es indudable también que será multitudinaria, como de costumbre, de tal manera que el brillo será el de siempre.

Nosotros aceptábamos con tristeza, en esta época, que el trabajador marchaba unido en el desfile, pero que lastimosamente en las urnas lo hacía totalmente desunido; es decir, votaba sin uniformidad, siempre por sus mismos enemigos.

Lo que ahora es todo lo contrario, va a aparecer en las marchas del Día del Trabajo en bandos diferentes, mientras que en las urnas votó casi uniforme, pues el resultado electoral de última contienda así lo determina.

Esta realidad histórica demuestra definitivamente que las masas populares no obedecen a sus “orientadores laborales”, que una cosa es una marcha abierta y pública, que el voto secreto y sagrado. Todos los socialistas estuvimos en desacuerdo con esa aparente unidad en los desfiles y la postura electoral absurda.

Ahora ha quedado en claro que la dirigencia laboral siempre ha estado equivocada en procedimientos, y más que nunca en la actualidad. La verdad sea dicha, aunque duela.

Arturo Santos Ditto
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