Muy pocos supuestos bolivarianos saben que Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco falleció el 17 de diciembre de 1830, por tal motivo, todos los americanos estuvimos de luto, por la muerte del gran caballero de la gloria, el genio de la paz y de la guerra, que hablaba Olmedo, quien ofrendó su vida para darnos libertad.
Recordemos cuando en la cima del monte Sacro, en presencia de su maestro, don Simón Rodríguez, hizo el siguiente juramento: “Juro delante de usted, juro por el dios de mis padres, juro por mi honor, juro por la patria, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por la voluntad del poder español”.
José Enrique Rodó lo identifica como el ‘Padre de la Patria’ y lo considera grande en pensamiento, grande en acción, grande en la gloria, grande en el infortunio, grande para magnificar la parte impura que cabe en el alma de los grandes y grande para sobrellevar en el abandono y en la muerte la trágica expiación de la grandeza. Señores pro bolivarianos: la memoria de Bolívar debe mantenerse en nuestra mente y en nuestros corazones, como un ejemplo perenne de lucha, sacrificio y libertad.
Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo
Presidente del Colegio de Educadores del Ecuador