Esta es la Iglesia que va a encontrar Francisco en Ecuador. El inteligente editorial, que muy bien comenta Orlando Pérez, a propósito de las conversaciones con dos ilustres sacerdotes, es el retrato de una realidad de la Iglesia ecuatoriana de estos tiempos. Felicitaciones.
Los cristianos que vivimos de la fe en el Cristo liberador nos sentimos orgullosos al constatar que hay laicos que se interesan en los asuntos de la Iglesia y que, con nosotros, se preocupan de lo que sucede en la Iglesia ecuatoriana, ante la visita de Francisco a Ecuador.
Señales y testimonios de la restauración de la derecha político-económica se hermanan con la religión, en un vergonzoso matrimonio morganático: procesiones, actos exteriores, venta de los servicios religiosos (80, 100 y más dólares… los famosos aranceles establecidos por los obispos, en sus diócesis). La Iglesia está inmersa en la ideología del mercado
El obispo español Parrilla, como número de las fiestas de Riobamba, trae a la imagen de la Virgen del Cisne. Durante tres días la exhibe en la catedral. Cada dos horas hay misas, pagadas por la gente devota, y culmina, en el estadio olímpico, con un acto de masas… Es este el catolicismo que pregona el obispo español y que presentará a Francisco como un acto de evangelización.
En el afán de borrar de la memoria popular el recuerdo de ese gran profeta: Leonidas Proaño, amigo de Helder Cámara, otro gran profeta, cuyo proceso de santificación está ya en marcha, Parrilla recurre a todos los medios. Fiel seguidor de la restauración de la derecha, niega la historia del trabajo pastoral de Leonidas Proaño, realizado durante treinta años en la Iglesia de Riobamba. Parrilla abiertamente repite, como una obsesión, ante sacerdotes y laicos: “Olvídense de Proaño, eso ya pasó…”.
Los cristianos de la Iglesia de Riobamba estamos más que preocupados por estas actitudes. El papa Francisco sabrá aquilatar todo lo que sucede en la Iglesia del Ecuador.
Dr. Ruperto García S.