Los medios autodenominados “libres e independientes” de Ecuador están preocupados porque una de las “periodistas” de Teleamazonas decidió retirarse temporalmente de su activismo político en la televisión, a causa de recibir amenazas por difundir en varios capítulos, la gran irregularidad cometida por Cofiec, al haber otorgado un crédito al argentino Duzac, de $ 800.000, en un tiempo récord de 48 horas, sin las suficientes garantías.
Los medios autodenominados “libres e independientes” del Ecuador callan el escandaloso caso del Banco Pichincha al solicitar $ 106 millones a la Corporación Financiera Nacional, desembolsados en 14 créditos, muchos de los cuales en el mismo día de solicitado, a tasas de interés del 300% menores a las vigentes en el mercado, y que no pudieron ser pagados, sino con los nuevos créditos proporcionados por la misma CFN, incluyendo una garantía de la CFN a un banco internacional, debido a la iliquidez e insolvencia del Banco Pichincha. Todo esto en los años 1998-1999.
Los medios autodenominados “libres e independientes” del Ecuador “descubren” que el padre de uno de los ministros ha sido acusado de una violación de una menor de edad y hacen el seguimiento día a día.
Los medios autodenominados “libres e independientes” del Ecuador callan el culebrón denunciado ante la Fiscalía por la concejal Macarena Valarezo, sobre amenazas e intimidación y termina firmando un acuerdo reparatorio, donde el procesado es el gerente general del Banco Pichincha, Fernando Pozo Crespo. Todo esto sucedió en el año 2010 y lo conoció el Juzgado Tercero de lo Penal de Pichincha.
Los medios autodenominados “libres e independientes” del Ecuador, preocupados por la libertad de expresión (sic) de sus semejantes, nada dicen de las demandas penales y una civil, con indemnizaciones de $ 6 millones, que proponen los directivos del Banco Pichincha, en contra de quien dio a conocer estos hechos en un libro y a la Junta Bancaria.
¡Viva! la libertad de expresión para denunciar los hechos de corrupción de miembros o familiares de funcionarios del Gobierno, ¡abajo! la libertad de expresión cuando las investigaciones afectan a sus anunciantes.
¡La hipocresía al descubierto!
Luis Torres Rodríguez
C.C. 1703257657