Los sindicatos que se formaron en Ecuador desde las primeras décadas del siglo XX siempre tuvieron una fuerte influencia del marxismo clásico, que simplemente sostiene que los únicos que pueden salvar a los trabajadores son los trabajadores. Pero de acuerdo a esta visión, el proletariado únicamente estaba formado por aquellos obreros que trabajaban en la industria. Dentro de estos gremios laborales también se incluyó desde el inicio a los artesanos en diversos sectores.
Pero a los que nunca consideró esta posición clasista es lo que el mismo marxismo denomina lumpen proletariado, que es toda aquella enorme masa de seres humanos que por diversas razones no se encuentran dentro del ambiente laboral formal, pero que sin embargo tienen que buscar de una u otra forma la manutención suya y la de su familia.
En este cambio de época de la Revolución Ciudadana aparece una organización sindical de vanguardia y de avanzada que es la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Ecuador, donde todos los gremios de trabajadores, formales e informales, son bien recibidos. Lo que siempre ha hecho la derecha es generar exclusión y por lo que la vieja dirigencia sindical nunca luchó fue la inclusión de aquellos que no son considerados proletariado dentro del significado estricto de la palabra.
Hoy la CUT se levanta con el inmenso reto de cobijar a todos aquellos que siempre han sido excluidos, pero que esta exclusión no les quita su dignidad de trabajadores; hombres y mujeres que luchan a diario para llevar a su hogar el pan nuestro de cada día. El sindicalismo de avanzada que propone la CUT, tomará la bandera de aquellos que siempre han sido excluidos, como los trabajadores autónomos o las trabajadoras sexuales, y emprenderá la defensa y la consagración de los derechos de los que nunca han tenido derecho.
¡Que viva la Central Unitaria de Trabajadores del Ecuador!
Atentamente
Lcdo. Luis Miguel Córdova Soria