El Ecuador actual no es el berenjenal ni el tumulto que conocemos. Es como en Nápoles, donde la Camorra recauda $ 5 mil millones al año, siendo una organización criminal mafiosa cuyos grupos, a más de Italia, se han trasladado a los países obedientes del Foro de Sao Paulo. Su estructura es horizontal y no hay un líder reconocido, dando lugar a enfrentamientos entre familias (guerras de Camorra).
Su tipo de mentalidad hace de la prepotencia y la omertá –ley del silencio– uno de sus principales puntos de fuerza, y es precisamente en Ecuador donde la omertá ha sido violada –hasta hoy– sin muertos como allá, pero con videos, audios y chismes que podrían desembocar en los miedos del fiscal acerca de su familia.
En esta camorra criolla destaca el jefe Correa hasta hoy no acusado (ya lo será), siendo como fue su inspirador a través de su ‘espíritu de Montecristi’.
Nuestro pobre país apesta porque las familias de los nuevos ricos han iniciado sus ‘guerras de Camorra’ donde se salvará el que huya como Pólit (mamitico) que delega al ‘Chiquito’ para que entregue a otro chiquito los documentos que expulsen al fiscal
antes de la Navidad.
Él se defiende, pero a estas alturas ya todo el mundo sabe que hubo abuso del dinero y lo del desafío y la corbata de Correa en la Policía fue una maligna telenovela que produjo muertos. Grave el problema para el Presidente: o renuncia al Foro de Sao Paulo expulsando a sus gendarmes, como el ministro de la Defensa, o tendrá que soportar la ira del pueblo. (O)
Dr. Carlos Mosquera Benalcázar