Ahora que ha empezado el año lectivo en la Costa debemos recordar que la buena educación consiste en encaminar bien a los alumnos y esta labor les corresponde tanto a los maestros como a los padres de familia. No debería haber desacuerdos al respecto
porque la responsabilidad se perdería y los perjudicados serían los niños y jóvenes.
Hay que tener presente que los hijos aprenden lo que viven. Lo que los padres son, lo que hacen y lo que dicen va calando hondo cada día en el carácter de los hijos. Los maestros son las personas adultas distintas de los padres que el alumno trata continuamente, por tanto, de ellos es de quienes aprende a hacerse adulto. Los educadores deben poseer vocación y responsabilidad. (O)
Lic. César Burgos Flor