El ambiente de control o actitud asumida por el rector y los directivos en una universidad pública, hacia el control interno, también debe estar enfocado hacia la administración estratégica, contenida en las decisiones y acciones administrativas pensadas en función de la evaluación de las oportunidades y amenazas externas, fortalezas y debilidades internas de la universidad, realizada con el compromiso de todos los que conforman la entidad para lograr la misión y los objetivos, desarrollada en: planificación basada en pronósticos, planificación financiera basada en presupuestos y planificación estratégica a largo plazo con aspectos de implementación, evaluación y control.

La administración estratégica concebida en las normas de control interno establecida por la Contraloría General del Estado, numerada 200-02, hace referencia, entre otras cosas, “… Las entidades del sector público y las personas jurídicas de derecho privado que dispongan de recursos públicos requieren para su gestión, la implantación de un sistema de planificación que incluya la formulación, ejecución, control, seguimiento y evaluación de un plan plurianual institucional y planes operativos anuales (…).- (…) Los planes operativos constituirán la desagregación del plan plurianual y contendrán: objetivos, indicadores, metas, programas, proyectos y actividades que se impulsarán en el período anual…“.

En la administración estratégica de una universidad pública sería conveniente que el rector, en conjunto con el vicerrector y supervisores, los encargados de la gestión académica y administrativa, el director de planificación de la universidad y los decanos de las diferentes facultades coordinen la revisión del plan plurianual y los planes operativos anuales, con el fin de que esta planificación no solo se quede plasmada en documentos y, además, sea concordante con los planes de gobierno.

De esta revisión probablemente podría detectarse que la planificación plurianual y los planes operativos anuales no están acorde a la realidad de la universidad ni de las facultades, o que requieren modificaciones; por lo que sería conveniente que el vicerrector general y los encargados de las áreas académica y administrativa coordinen con el director de planificación el establecer procedimientos, a fin de realizar las modificaciones y ajustes necesarios para luego implementarlos.

De la revisión a los  planes operativos anuales también podría suceder que estos no contienen indicadores, en este caso, el encargado de la gestión académica en coordinación con el director de planificación y los decanos de las facultades podrían aprovechar el talento de los estudiantes de posgrado y delegarles como trabajo de tesis el establecer indicadores en función de los objetivos, metas, programas, proyectos y actividades de cada facultad y área administrativa; posteriormente sería conveniente incluir estos indicadores en los planes operativos anuales.

Implementados los cambios en la planificación plurianual y planificación operativa anual, y establecidos los procedimientos de control, seguimiento y evaluación, corresponde al rector, en coordinación con el encargado de la gestión administrativa y el director de planificación de la universidad, comunicar a todos los niveles de la entidad y a la ciudadanía en general sobre los cambios realizados.

CPA Magdalena Mejía Solarte
Magíster en Auditoría Integral