Señores
DIARIO EL TELÉGRAFO
Presente
Soy una mujer jubilada en empresa privada, trabajé por mucho tiempo en la banca, en la época que se controlaba constantemente a estas instituciones para que mantengan sus encajes, sus préstamos de fondos financieros, etc., etc., por tanto, los entes de control interno y externo eran eficientes.
El motivo de esta comunicación es para compartir con los ciudadanos mi enorme sorpresa por conocer algo increíble que se refiere a que los dineros del Estado ecuatoriano no reciben el mismo control, según palabras de un viejo auditor de la Contraloría General del Estado.
Manifestó que luego de tanto examen, de ejércitos de funcionarios, de resmas de papel y tiempo invertido en ciertas instituciones públicas, no se cumplen las recomendaciones, por tanto ‘no pasa nada’, porque en un nuevo examen los funcionarios responsables se han jubilado, están becados o han renunciado voluntariamente y ya no se encuentra a quien ‘responsabilizar de los errores’ de ninguna manera, ni administrativa, ni civil ni penalmente.
Esta es la razón por la que me encuentro anonadada, ya que se entiende que la Contraloría solamente realiza los exámenes, pero no hace cumplir las recomendaciones, y menos tratar de recuperar los dineros malgastados del Estado, que algunos malos funcionarios no han querido administrarlo con honradez.
Considero que poseemos regulaciones legales buenas, pero no hay voluntad patriótica para ejecutar sanciones e iniciar firmemente, eliminando la corrupción y que sirva de escarmiento para otros funcionarios que intenten enriquecerse a base de los dineros de nuestro pueblo.
CPA Martha Lucía Obregón Falconí