Las falsificaciones de licores han sido frecuentes desde muchos años atrás. El whisky siempre fue el que más lo adulteraron los inescrupulosos. Y esto generalmente porque es el licor de mayor valor en el mercado común. Amén de lo que beben los sibaritas y los excéntricos acaudalados.
Otro licor que ganó renombre y con ello acogida fue el vodka. Algunas marcas lograron incrementar ostensiblemente su precio, merced a la gran demanda que concitaron entre los amigos de “empinar el codo”.
Estos también fueron adulterados en alguna época -cuando se ponen de moda-, lo que causó desconfianza entre los consumidores por determinada marca.
La lista puede ser larga. Y por lo general la adulteración tenía la finalidad de conseguir ingentes beneficios con la venta de un producto que no era tal, sino otro de menor calidad y valor. Pero finalmente un producto que no era el que se esperaba, por la marca preferida, pero que igual no hacía daño al organismo de quien lo ingería.
Las autoridades nunca dieron con los responsables de las falsificaciones, a pesar de que todos sabíamos en dónde se adquiría el producto y que ahí estaban los mayoristas del expendio del licor adulterado.
Pero el caso reciente es diferente. Aparentemente el propósito que perseguían quienes mezclaron el alcohol con metanol no era de granjearse pingües ganancias, sino un atentado criminal con premeditación y alevosía.
Este caso debe investigarse con rigurosidad por parte de las autoridades. No puede quedar en la impunidad. No pueden quedar desamparadas las familias de quienes murieron por ingerir ese “veneno” ni aquellos que han quedado postrados, los que perdieron la vista, y todos los que han sufrido secuelas por este atentado criminal.
Que todos los involucrados respondan por sus actos es lo menos que podemos pedir los ciudadanos que ahora vivimos una incertidumbre cuando de “tomarse un trago” con los familiares o amigos se trata.
Esperamos noticias y que se conozca la identidad de los “criminales”. Que el castigo sea ejemplarizador. Ellos mataron e hirieron más gente que los criminales que están tras las rejas. Entonces, que no caiga en el olvido la gestión de las autoridades.
Atentamente,
Pedro del Solar
Durán - Guayas