Prosperar no está prohibido, pero para alcanzar equidad social no se debe permitir, de ninguna manera, la acumulación de riquezas, eso no es prosperar, eso es hacerle daño a la sociedad. Cada país, de acuerdo a sus realidades, debe poner una base a partir de la cual se considera ‘acumulación de riquezas’, quizás en dinero, tantos millones, quizás en tierras, tantas hectáreas. Pero si una persona acumula tierras (hasta cierto límite por supuesto) y las tiene produciendo, está bien, hay que dejarlo, pero cuando muere, hay que repartirlas, no con los hijos solamente, sino con la sociedad también, porque son tierras del país al fin.

Con empresas lo mismo, en vida lo que acumules (si no forman monopolios por supuesto) está bien, pero al morir hay que repartir para tener una sociedad justa. Los hijos sabrán que deberán pagar impuestos, entonces les tocará trabajar duro para guardar esos recursos, de lo contrario, y como pasa ahora, no se esfuerzan, no se preparan. ¿Qué les importa si al fin y al cabo reciben la herencia completa? Lo malo es que las burguesías nunca han entendido el significado de la frase ‘sociedad justa’. Puede haber miseria a una cuadra de sus mansiones y ante sus ojos es invisible, la empleada puede vivir en la miseria, pero como lleva el uniforme limpio no se nota la pobreza interna o el sufrimiento de su familia.

Debemos poner una base para que el pueblo ecuatoriano entienda que no es para la clase media o baja, sino para quienes acumulan riquezas, los valores de $ 35.000 o $ 75.000 me parecen un poco bajos porque muchas casas están en ese rango y la gente se confunde, y ya vemos las consecuencias de la manipulación de la que son víctimas. La base debería ser mayor para que la gente no sienta que les afecta (clase media o baja), quizás mínimo $ 250.000, así hasta una herencia de $ 1 millón, con esposa y dos hijos, no pagaría impuestos y estaría bien porque se está repartiendo en 3 (esposa $ 500, hijo 1, $ 250; e hijo 2, $ 250), porque al final la idea es esa, que se reparta (los cónyuges no pagan impuestos porque esa mitad ya les pertenecía, lo que se reparte es lo que le correspondía al padre). Pero hijos herederos únicos sí pagarían impuestos, entonces les tocará repartir con los empleados u otras personas.

El pueblo debe entender que no se alcanzará justicia mientras las burguesías acumulen riquezas y le dejen al pueblo migajas. El enemigo no es el Gobierno, son las élites poderosas que acumulan riquezas. Burgués millonario, no es solo “la herencia de tus hijos” como la ves o como te enseñaron a verla, es el dinero y los recursos del pueblo ecuatoriano que has acumulado en vida y que quieres mantener bajo control, generación tras generación.

En este caso, también pienso que el impuesto debería llamarse ‘Impuesto a las herencias millonarias’.

Dr. David Chiluiza, MSc PhD
Investigador Proyecto Prometeo Senescyt
Inspi y Universidad de Guayaquil