La agencia noticiosa REUTERS WASHINGTON ha difundido por medio de un diario de EE.UU. “que varios altos funcionarios venezolanos estarían involucrados en narcotráfico”. Esta opinión seguramente no sale por la ocurrencia de la indicada agencia de prensa, aquel supuesto debe nacer en las esferas gubernamentales del imperio. Todos conocemos que aquella muletilla es permanente, cuando surgen gobiernos en el mundo que discrepan con su modalidad de política impositiva. Desde hace algún tiempo se viene diciendo desde allá, en contubernio con la oposición del país de Bolívar, sin prueba alguna que el gobierno venezolano –desde Hugo Chávez- “se dedica al lavado de dinero y tráfico de drogas”. Se ha dicho desde siempre, con el aval imperialista, que los líderes de las revoluciones universales son “magnates” encumbrados entre los “hombres más ricos del mundo” sin que jamás se haya comprobado tal embuste.
Los intervencionistas norteamericanos, que con diabólica mentalidad hicieron explotar la bomba atómica con graves consecuencias universales, crearon –al decir de muchos- un fantasma al que llamaron “Bing Laden”, solo para justificar incursiones petroleras y guerra entre naciones, inclusive, sabemos que se está por comprobar que el acto terrorista contra las torres gemelas fue maquinado criminalmente desde el Pentágono; es más, no olvidar que se acusó al gobierno de Irak de tener arsenales de armas químicas, como macabro pretexto para invadir al país de “Las mil y una noches”, causando inhumana e inclementemente una catástrofe universal con cientos de miles de víctimas inocentes; y por último, estos que bloquearon a Cuba con increíble perversidad por más de 50 años, se llevaron como “trofeo de guerra” miles de miles de barriles de petróleo y “la cabeza de Sadam Hussein”, que el más grave pecado que cometió fue el dejar de ser uno de ellos.
Recordar que hace pocos días en la Cumbre de Panamá, el presidente Obama dijo visiblemente compungido: “La política intervencionista de nuestro país será cosa del pasado”, mientras tanto, con ese mismo espíritu intervencionista, con groseras inventivas, pretenden “enjuiciar” a funcionarios respetables del gobierno venezolano, confirmándose -lo que siempre estamos pensando- que ellos no son de fiar.
Mucho cuidado, alerta ser presidente del Ecuador y demás gobernantes dignos del orbe, que los del norte -terroristas con patente de corso- están desesperados ante la decadencia imperial y no olvidar un dicho popular, “que la bestia herida es capaz de toda maldad”. Siempre la verdad aunque duela.
Arturo Santos Ditto
CI:0903387132
Guayaquil-Ecuador
