Viva el río y el estero,
en el marco de un pensil,
con tus bellas Guayaquil,
tu destino marinero.
En ti se templó el acero
en la histórica jornada,
con la gloria coronada
en nuestra gesta de Octubre
que de laureles te cubre
por la Patria liberada.
Eres cuna de lealtad,
tu palabra es rebeldía,
eres canto de hidalguía
con sabor a libertad.
Es tu nombre dignidad,
tu bandera no fue arriada,
en ti nació la Alfarada,
como antorcha luminosa,
y también nuestra Gloriosa,
la de Mayo, la truncada.
Si tu pasado es glorioso,
es tu presente pujante,
mirando siempre adelante,
por el futuro grandioso.
Un pueblo maravilloso
que está dispuesto a luchar,
para volver a inflamar
esa antorcha libertaria,
firme y revolucionaria,
desde la selva hasta el mar.
Pp. Regato
[email protected]