Cuanta maldad entraña en los Banqueros, "sólo" porque van a compartir con los más POBRES sus monstruosas utilidades, utilidades de mi dinero, de su dinero, que nunca nos han dado un centavo por aquellas.

Como la PLAZA DE TOROS QUITO, su propietario es dueño de varios bancos que mejor motivo para culpar al Gobierno la suspensión de la Feria Taurina Quiteña. La verdadera razón es que estuvieron acostumbrados a subir todos los años los precios de las entradas, frente al éxito que constituía la feria, por lo que tenían millonarias ganancias.

No importa que una tradición que en Quito se inició en 1492 se la destruya por el vil metal, !pues se dirán! qué nos importa si en los terrenos de la Plaza podemos construir edificios de hasta cuarenta pisos, al diablo las tradiciones, qué importa que miles de ecuatorianos se queden sin su famosa feria Jesús del Gran Poder y al pasito tratamos de quitarle algo del tan bien ganado prestigio del Presidente de la República. Prohibido Olvidar.

Rafael A. Carpio
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