Es vergonzoso que en la Asamblea Nacional se revelen casos de extorsión contra empleados legislativos en sus limitados ingresos, por parlamentarios que perciben excelentes sueldos y prebendas; pero lo peor es que la mayoría pertenece a los bloques que dicen luchar contra la corrupción, y en ciertos casos, los dirigentes de sus partidos han tenido que reponer el dinero mal habido. Pero en la vida, menos en política, nada puede ocultarse indefinidamente; y hay el caso lamentable de un legislador, en un interrogatorio a un exmandatario, que decía ser de los jóvenes que repudian la corrupción, y hacía énfasis en luchar contra ella. Sin embargo, es quien más ha extorsionado, según la denuncia presentada. (O)
Ma. Anunzziata Llerena Naranjo