La desigualdad económica en América Latina y el Caribe se ha acentuado significativamente y es uno de los principales factores que frenan la reducción del hambre y la pobreza.
El sujeto principal de la pobreza en la región lo constituyen campesinos, mujeres e indígenas, ya que el mundo produce alimentos para más de 10 mil millones de personas.
Los programas de transferencias condicionadas de recursos son particularmente importantes, ya que cubren a más de 120 millones de personas y han permitido mantener fuera de la pobreza extrema a millones de familias de la región.
Las políticas públicas orientadas a la reducción de la pobreza rural y la malnutrición por sí solas no son suficientes sin la adecuada inversión por parte del Estado en bienes públicos que soporten el desarrollo territorial rural.
Comunicado de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)