Sábado 14 de mayo del 2011
Señor Director
Diario El Telégrafo
Presente.-
Espero que estas líneas sean leídas por gente que no termina de depositar su confianza en el Presidente Rafael Correa, a pesar de que reconocen lo que el Mandatario ha logrado en beneficio de la población, especialmente la de menores recursos del país.
Estas personas, me refiero a las indecisas en cuanto a la tesis del Presidente, son vulnerables a la publicidad engañosa de la oposición y a la expresividad de los políticos que atemorizan a la ciudadanía con argumentos que se caen solos, pero que ellos los repiten una y mil veces, con el ánimo de que “esa mentira dicha mil veces se convierta en verdad”.
Pero seguramente ahora que se terminó la campaña podrán darse cuenta que la estrategia de los opositores cambiará, como lo demostró el presidente Rafael Correa en su cadena de este sábado, donde presentó cómo algunos políticos y periodistas dicen una vez una cosa, antes de las votaciones, y cambian lo que dijeron, después de las votaciones.
Estas incongruencias entre los opositores es lo que la gente debe evaluar para saber quién le miente. Hasta ahora Correa ha sido coherente entre lo que dice y hace, por eso le creo y espero que las personas indecisas también le crean.
Es necesario que el país alcance una unidad robustecida, para que así se pueda emprender en verdaderos cambios estructurales tanto del marco jurídico como social, y que se pueda percibir contundentemente las mejoras en el área educativa, de salud, de seguridad social, entre otras competencias que maneja el Estado.
La captura reciente de dos jueces y funcionarios de la judicatura y del Municipio de Guayaquil por participar en el delito de cohecho, sumado a la impunidad que se trata de verter sobre los protagonistas del 30-S, demuestra que la corrupción imperante está en estado de alerta y sus miembros tratan de aligerar sus maniobras para protegerse ante los cambios que se avizoran por el triunfo del Sí en la propuesta del Presidente.
Es por ello que quienes queremos en realidad un desarrollo sostenido para todos, debemos más que nunca apuntalar la confianza en la propuesta de Correa, que es parte de la revolución ciudadana que todos queremos, donde no hayan ecuatorianos de primer, segunda, tercera o cuarta clase, donde los unos se aprovechan de los otros con la anuencia de una justicia al servicio de los poderosos.
Otro ejemplo contundente de lo inescrupulosos que pueden ser los opositores se vivió durante el escrutinio de actas, cuando intentaron confundir al pueblo con noticias manipuladas y con resultados también manipulados para intentar deslegitimizar el triunfo del Sí en la consulta popular.
Ya es hora de dejar de ser indecisos.
Pedro del Solar
Durán - Ecuador