Es lamentable nuestra ceguera. Seguimos sin cumplir el cronograma para terminar con el subsidio del gas que fuga en grandes cantidades a Colombia, a Perú, usando cantidades industriales para los criaderos avícolas, secaderos de cereales y otros más.
Habiendo infraestructura eléctrica instalada, el Alcalde de Quito importó por primera vez 80 buses a diésel y unos cuantos más que ha seguido trayendo; además, ya está hecha la inversión del cambio de medidores de 220 V para usar las cocinas de inducción.
Hay todas las facilidades para comprar las cocinas a gas, incluso no tienen IVA. Es cuestión de poner fin al subsidio del gas. Señor Director, este espacio de opinión se ha limitado al máximo, ábralo para los pobres.
Enriquezca a los lectores. Otra cosa: hay muchos días que el diario no llega a Ibarra o llega pasadas las 11:00. (O)
Guillermo Jurado