La Juventud Revolucionaria del Ecuador (JRE) ha manifestado que el fenómeno social de las drogas es un problema que tiene algunos años perjudicando a las instituciones educativas del país y consideran que los jóvenes no son la causa del problema, sino las víctimas porque no existe una sociedad que garantice una seguridad integral (libre de narcotraficantes) a sus habitantes y peor aún las oportunidades para forjar un futuro digno a la juventud, así como también manifiestan que la inversión social y el Plan de Seguridad Ciudadana debe ser efectivo para combatir el incremento de la venta y consumo de drogas en las esquinas de los colegios.     

Además, ahora con las nuevas disposiciones educativas no se puede sancionar a los estudiantes que venden y consumen drogas y los padres de familia tampoco pueden reprenderlos porque eso es considerado como una falta cometida, solo es separado del colegio cuando el alumno ha consumido droga en exceso, para no contagiar a sus compañeros de aula, por lo que la inversión social debe canalizarse en el equipamiento, fortalecimiento y capacitación de los Departamentos de Orientación y Bienestar Estudiantil (Dobes), implementar charlas y talleres en las instituciones educativas en coordinación con instituciones estatales, crear brigadas de seguridad en cada colegio entre padres de familia y autoridades para velar por la seguridad del estudiantado, y de igual forma, que la policía mantenga una permanente vigilancia en las esquinas de los colegios, a la hora de entrada y de salida de clases, para evitar que el alumnado se quede afuera del colegio.

Se establece que en el operativo y combate de las drogas, no solo se debe atacar a los consumidores (estudiantes que se perjudican con el problema de las drogas), sino también a los vendedores e intermediarios que tienen poder económico y se benefician con el problema de las drogas (adultos que crean el problema de las drogas y financian campañas políticas) que están fuera de los colegios (fiscales y privados), en complicidad con los que no los denuncian a las autoridades educativas y a la Policía, ya que ninguna persona ajena a las actividades del colegio puede permanecer mucho tiempo y en repetidas ocasiones dentro o fuera del centro educativo sin llamar la atención de los demás.

Reflexión:

¿El problema de las drogas es un fenómeno social que nos compete a todos, para asegurar un mejor futuro para el país y la ciudadanía?  

Ángel Gregorio Calderón Mayorga
Economista