Apenas he leído las 19 primeras páginas del libro Los Cinco Sentidos del Periodista de Ryszard Kapuscinski y siento que estoy recibiendo lecciones, que a más de ser importantes, nunca se verán en clases de periodismo. En estas primeras fojas, Kapuscinski resalta la importancia de los relatos, esas verdaderas historias que desconocemos, por intereses ajenos a la comunicación social, y que están siendo dejados a un lado por las historias ficticias que se difunden en los medios audiovisuales.
También destaca que los periodistas gráficos ocupamos cada vez menos lugar que los periodistas audiovisuales. Kapuscinski hace este análisis según lo vivido por él, en el ambiente de los medios de comunicación; pero este problema no es solo del medio sino también de las universidades. Nuestra sociedad está divorciada de la literatura desde hace mucho tiempo, y eso ha repercutido en el quehacer periodístico. La mayoría de compañeros ingresó a la facultad para ser locutor, ancor, productor, etc., pero muy pocos para hacer periodismo escrito.
Cuando se les pide a los estudiantes que escriban algo es común percatarse de los problemas que tienen para narrar cinco líneas y algunas veces con el agravante de que esas escasas líneas contienen faltas ortográficas. El desinterés total de los jóvenes por la lectura impide realizar análisis con argumentos adecuados, críticos y profundos para luego plasmarlos en hojas.
Wendy N. Zambrano L.
Estudiante de comunicación