Sin temor a equivocarme, considero qué nefasto enemigo tenemos los seres humanos: es la cosecha, la elaboración, consumo y venta de los productos sicotrópicos, dicho de otra manera, la droga destructiva que convierte a los niños, jóvenes y a toda la humanidad en desechos humanos.
Para grandes males, grandes soluciones: si se promoviera que no se consuman cigarrillos estoy seguro de que estos honestos elementos nunca van a caer en las garras de la droga, que es la madre de todos los vicios. La tarea elemental sería que se implantara una disposición legal que prohíba la venta y consumo de cigarrillos a menores de edad y tal vez podríamos salvar a nuestros alumnos del humo asesino, que es un placer… que mata.
El Colegio de Educadores del Ecuador ha conformado un grupo de adictos al cigarrillo denominado ‘Fumadores Anónimos’, y le han dado el nombre del Lic. Pedro Saad Herrería, quien demostró el grado de destrucción al que puede llegar una persona si es adicta al cigarrillo, porque el daño que ocasiona este vicio puede ser mortal y todo está perdido cuando ha llegado a un techo de enfermedad terminal.
Atentamente, Dios Patria y Libertad
Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo
Presidente del Colegio de Educadores del Ecuador