Hoy por fin entendí a los periodistas deportivos. Seres incomprendidos, altamente criticados y sin embargo expertos, entre otras cosas, en el control de emociones.
Y es que no se trata solo de seguir estadísticas, conocer a los jugadores, seguir su trayectoria, eso que dicen “leer” el partido, ser expertos en muletillas, ¡no! Eso es como dicen los norteños, “tillos”; lo difícil, verdaderamente difícil es que justo cuando la pelota estaba a punto de entrar y por esas cosas que solo la pelota sabe, se desvía a un lado del arco y uno se queda con el grito de gol atrapado en la garganta, el corazón en la mano y la sangre en el suelo, el periodista deportivo hace un esfuerzo sobrehumano y cual extraterrestre u hombre máquina, se bloquea a todo sentimiento y dice: “Noboa se perdió esa jugada, debía haberla pateado a...”. Vuelvo en mí, luego de esta suerte de alucinación y le digo a mi comentarista favorito, Sebastián Carrasco: “¿Cómo diablos haces para controlar tu emoción y encima saber que hubo un ‘Noboa’ que se perdió la jugada? Eso es de superhéroes, me quedó claro.
Y por eso digo que ahora entiendo a los periodistas deportivos, aunque no entienda mucho lo que dicen. Este chico va para largo y recién tiene 15 años! Atenti Andrés Muñoz Araneda, Leonardo Guillén, Fabián Gallardo, Bonafont y los amigos del Alfonso Laso. Aquí hay diamante en bruto y se prepara para quedarse y quedarse de largo. ¡Bien, Sebas! ¡Ah! y les dejo con su análisis del partido, con recomendación a Rueda incluida: “Buen partido ecuatoriano. Paredes, no importa la jugada. A cualquiera le puede pasar. Lo importante es que le pusiste ganas para remediar tu error. Buenas jugadas generadas en la ofensiva, pero se podría mejorar la definición.
Una recomendación a Rueda: la defensa no puede intentar salir al estilo Barcelona, pues no le sale y pone los pelos de punta a los hinchas. Ahora estamos punteros momentáneamente junto con Colombia, y con una buena cantidad de puntos”.
Caroline Ávila