En la política nacional generalmente se ha gobernado en función de las minorías privilegiadas, protegiendo sus intereses y los de sus grupos afines, en tanto que el actual Presidente, en los enlaces ciudadanos cuando exhibe las vistas e imágenes del Ecuador, denota su pasión por la patria, que la demuestra laborando incansablemente al dirigir la gran obra pública y social que solo la ignorancia o la mala fe pueden desconocer, pues la disposición de mejorar la salud pública, la modernización y acceso de los sectores más humildes a la educación, la decisión política que ningún gobierno anterior tuvo de hacer respetar la ley y al ciudadano, la universalización de la seguridad social, el apoyo logístico a la seguridad ciudadana, la gran tarea de renovar y transparentar el sistema judicial, aunque algunos operadores aún no son consecuentes con este propósito y, en general, la inversión estatal en estructura vial e infraestructura social en beneficio de las mayorías ciudadanas, que es calificada por los incapaces como “excesivo gasto público”, ha sido orientada a bajar los índices de pobreza en forma exitosa, como lo demuestran los informes de entidades internacionales.
Pero ahora, con el pretexto del Yasuní, intentan unirse tirios y troyanos, por lo que cabe recordar una de las obras de Vladimir Ilich Ulianov que menciona al izquierdismo como una enfermedad infantil, calificándolos de tontos útiles de la derecha, pero los ecologistas integristas y más acomedidos realmente son verdaderos mentecatos inútiles contrarios al interés nacional, oponiéndose sin argumentos sólidos al beneficio responsable y racional de nuestros recursos naturales para los fines superiores de eliminar la pobreza del Ecuador, sumándose los opositores de toda laya en forma oportunista e indigna. Sin embargo, solo conseguirán quedar nuevamente en ridículo, pues el pueblo tiene muy claro quiénes se la juegan por la patria y quiénes solo defienden sus intereses ruines y malévolos.
Atentamente
Ab. Jorge Chambers Hidalgo