Es lamentable que en nuestro país no se haya profundizado la revolución industrial, que significa la existencia de muchas empresas, fábricas e industrias, el desarrollo comercial y una actividad económica social profunda.
En nuestra patria todavía se siguen usando instrumentos de la época feudal.
Quiero poner un ejemplo: sufrí un accidente, el cual me ocasionó varias fracturas; mis hijas se hicieron presentes en el lecho del dolor y me entregaron una tarjeta muy bonita, no es de su autoría ni la mía, pero sirve para la situación que estamos atravesando. El mensaje señalaba lo siguiente:
“Si piensas que estás vencido, vencido estás.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar, pero no puedes, no lo lograrás.
Si piensas que perderás, ya has perdido.
Porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad del hombre”. (O)