España vive un conjunto de protestas que se escapan del control u organización de los partidos y movimientos sociales tradicionales, parece un nuevo despertar, donde la importante comunidad ecuatoriana residente es afectada.
¿Qué pasa en España, para que culpen de la crisis al obrero por ganar más del salario mínimo, o a jubilados por usar la sanidad o a los migrantes por cobrar el desempleo tras años de cotizaciones y no se persigue a quienes han defraudado y se les da amnistía fiscal o a sabían lo que iba a pasar y lo consintieron?
La crisis provocó un descenso del PIB y la extensión del crédito motivada por la avaricia de los bancos en Estados Unidos llevó a un incremento de la cartera vencida. La banca española no fue diferente: prestó dinero a personas en alto riesgo, era el balón de oxígeno para mover el sector de la construcción; además, tenían una legislación que en caso de problemas les beneficia.
El gobierno de Zapatero quiso generar empleo con el Plan E y subastas de dinero barato, pero no funcionó: el primero fue puntual y en elementos no productivos, el segundo terminó no llegando a los ciudadanos; las entidades financieras se negaron a bajar el interés so justificación que habían perdido dinero.
Todos llenaron las arcas de los bancos y pagaron sus desaciertos, los hipotecados terminaron sin casa, sin empleo y con deudas que de media superan los 50.000 euros, creando los nuevos esclavos del siglo XXI. La política social cayó. El gobierno de Rajoy decidió olvidarse de la gente y salvar al sistema financiero con una política contractiva del gasto, cuyo resultado final será un incremento del desempleo acentuando aún más la crisis.
Y los ecuatorianos: de los más afectados, su fuente de ahorro fue la vivienda, se plantean el retorno, a un país que nunca olvidaron y hoy es su escapatoria. Vuelven en situación de indefensión dejando parte de su vida e ilusiones en España.
Ecuador brinda derechos a través de sus organismos en el exterior y ofrece un Estado donde la justicia social se hace cada día más real, hay oportunidades de reinserción productiva al crecer a un ritmo del 11% anual y redistribuir la renta. Por eso se está dando un proceso de regreso y es de esperar para 2013 un gran retorno para lo que hay que estar preparados, tanto administrativa como humanamente…
Un día en Cuenca leí un grafiti que ponía “Que apague la luz el último que se vaya”, hoy tocará decir “Abra la puerta, que ya están volviendo”.
Esteban Melo