Para todas las personas debe ser importante balancear responsabilidad financiera y diversión para que su vejez sea digna; que los padres ancianos no se conviertan en mendigos de sus propios hijos y evitar que se repita el ciclo en cada generación.
Los ciudadanos ecuatorianos deben cambiar su actitud y salir del confort de la miseria perpetua y reinventarse, desaprendiendo y aprendiendo nuevos hábitos buscando -por lo menos- dos formas de ingresos y no ser esclavo mental y material de solo uno.
Si los ecuatorianos microempresarios y emprendedores prosperan, Ecuador también prosperará; de esa manera se incrementará su nivel de competitividad, materializando así riquezas y bienestar general. (O)
Lcdo. Gunnar Lundh
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