Una opinión o crítica proterva causa una cierta incertidumbre, entre la verdad o falsedad, al raciocinio de los humanos.

Lo razonable es analizar dónde se origina: odio, envidia, resentimiento, venganza, celos, rivalidad de ideales, partidistas (políticos), empresariales, etc.

Para no caer en la trampa de confrontaciones verbales ni físicas, si tenemos la razón, lo mejor es probar la inocencia (la verdad), que se trata de una burda mentira y emplear el silencio como límite y evitar la manipulación en pro de la unión y paz de los ecuatorianos.

Atentamente
Héctor García Rivera
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