Diego Gambetta llama “machismo discursivo” o la cultura del ¡claro pues!, el punto de partida para todo diálogo es la expresión de una opinión tajante, contundente y rotunda, que no deje resquicio a la duda, la ignorancia o la doble moral.
La cultura analítica se basa en construir argumentos mediante pequeños elementos donde se requiere concentración, análisis y síntesis del problema planteado para encontrar soluciones y resolverlo.
La política ecuatoriana está dedicada a expresar puntos de vista personales e ideológicos de sus actores ahondando la crisis de los movimientos políticos que se ven obligados a reclutar gente de la farándula y el espectáculo para ganar votos, los temas incoherentes que se plantean están dedicados al protagonismo de santos y figurones, antes que a entender la vida del país. (O)
Dr. Rodrigo Contero Peñafiel