En las últimas semanas, los medios de comunicación han informado sobre el desempleo en el país y que, según los expertos, se debe a la contracción económica que atraviesa Ecuador; en parte tienen razón, pero lo que no se dan cuenta es que entre los miles de desempleados hay personas mayores de 45 años y que antes fueron empleadas.
Solamente cuando una persona pierde su trabajo, es allí, estando en esa triste situación, que puede analizar y darse cuenta que no hay leyes que protejan de verdad a la clase trabajadora. Por ejemplo, el mal llamado ‘despido intempestivo’ significa en la práctica un despido injustificado, una sanción injusta a un empleado, el otro calificativo ‘visto bueno’(mal llamado así) significa en la realidad que el empleado es lo peor para esa empresa y que no merece ser empleado nuevamente; por si esto fuera poco, la liquidación es una insignificancia; todo esto consta en el actual Código de Trabajo de nuestro país y, por lo tanto, el Ministerio de Trabajo respalda tales injusticias.
Por esta razón creo que en las nuevas dignidades que vamos a elegir deben existir personas sensibles con la clase trabajadora, que demuestren imparcialidad, respeto, justicia, y que tengan la cualidad de la empatía, saber que el trabajo dignifica a la persona, eleva su autoestima, crea un equilibrio (emocional, familiar, social) con la sociedad. En este nuevo ministerio se debería considerar algunos aspectos al momento de un despido:
-Considerar el tiempo de servicio (no es lo mismo estar 2 años que 21).
-La edad (no es lo mismo buscar trabajo a los 24 años que a los 48 años).
-La hoja de servicio (no fijarse solamente en lo negativo).
-Verificar si existe departamento de investigaciones de asuntos internos y de psicología para los empleados.
-Que la separación de la empresa es una sanción más que suficiente para un trabajador.
Actualmente se habla de equidad, igualdad, que todos tenemos los mismos derechos; y para que exista de verdad el Buen Vivir, en el caso de las liquidaciones a los empleados, se debería tomar en consideración como factor primordial los años de trabajo en la empresa, independientemente de la causa de su salida.
Por otro lado, en esta época de campaña electoral, deseo manifestar humildemente mi opinión. Después de hacer un análisis, estoy de acuerdo con el pensamiento del Sr. Guillermo Lasso y el Sr. Paúl Carrasco, porque coinciden en manifestar que lo más importante de un país es el capital humano, y que lo que la gente tiene como prioridad es el tener un trabajo digno y estable. (O)
Atentamente
Arturo Guevara G.