Señor
Edwin Ulloa Arellano
Director de diario El Telégrafo
Guayaquil
Señor Director:
En las ediciones de El Telégrafo correspondientes a los días miércoles 23 de noviembre y jueves 24 de noviembre de 2011, el diario de su dirección publicó, con gran despliegue, titulares de primera página y extensas notas interiores acerca de la participación de C.A. Comercio, actualmente Grupo El Comercio C.A., en los procesos de concesión de la telefonía móvil celular a favor de la operadora Otecel S.A. y otros asuntos relacionados.
En uso del derecho que nos concede el artículo 66, N° 7 de la Constitución, y por las razones que expresamos a continuación, solicito a usted disponer la inmediata publicación de la rectificación y réplica al contenido de los indicados titulares de la primera página y notas interiores, por contener informaciones sin pruebas, inexactas, especulativas y maliciosas, que agravian al diario El Comercio y al Grupo El Comercio C.A.
En efecto,
1.- En la edición del 23 de noviembre de 2011, en primera página, y además, en la nota que consta en las páginas 2 y 3, se afirma en forma reiterada, sin fundamento ni prueba alguna, que la Compañía Anónima El Comercio (hoy Grupo El Comercio C.A.), conjuntamente con otros medios “…formaron parte de la compañía Otecel S.A., que conjuntamente con Conecel S.A. modificaron el contrato de concesión telefónica, para pagar 106 millones de dólares por 15 años de servicio”. Además, el titular principal de esa edición hace un gravísimo e inaceptable juicio de valor, que contiene imputaciones injuriosas, cuando señala “Tres medios participaron en negocio que perjudicó al Estado en $ 4.000 millones”. La publicación habla, en forma por demás irresponsable, de un presunto atraco en contra del Estado, que habría derivado de la Resolución del Conatel que permitió, en diciembre de 1996, la modificación de las condiciones del Contrato de Concesión de fines de 1993.
El Telégrafo no tomó en cuenta, ni se preocupó, de contrastar la veracidad de la fuente que presuntamente apoya la publicación, y no reparó en que existe información pública que prueba fehacientemente que la Compañía El Comercio C.A., en el mes de mayo de 1995, cedió la totalidad de las acciones que legalmente mantenían en el capital social de Otecel S.A. Eso significa que la empresa que representó dejó de ser accionista de la operadora de telefonía móvil celular mucho más de un año antes de la citada renegociación del contrato de concesión, de la cual, según las especulaciones que hace el diario de su dirección, se habrían derivado perjuicios en contra del Estado. Por otra parte, hay que señalar que C.A. El Comercio nunca formó parte de directorio ni de otro órgano de decisión ni de gobierno de la operadora Otecel S.A. Nuestra inversión inicial fue de apenas el 5,49% del capital social, porcentaje que, por supuesto, no permitiría tomar decisiones en el negocio de la telefonía móvil celular.
Acompaño para su conocimiento -ya que ustedes no se preocuparon de cumplir la obligación de contrastar lo que su presunta fuente afirma- la certificación de las que se desprende la definitiva y total desvinculación de la compañía que represento, del capital de Otecel S.A. y de todo interés y relación con el negocio de la telefonía móvil celular.
2.- En la edición de El Telégrafo de 24 de noviembre, página 2, siguen las especulaciones infundadas, y tomando como pretexto las declaraciones del ministro de Telecomunicaciones, Jaime Guerrero, se presume erróneamente que a la fecha de la citada renegociación de las condiciones del contrato de concesión (diciembre de 1996) El Comercio habría mantenido su calidad de accionista de Otecel S.A. Incluso se pone en recuadro destacando la presunta afirmación del Ministro, quien habría dicho que “los culpables de esa renegociación son los poderes fácticos de siempre: los medios y los banqueros”. Es de suponer que un ministro de Estado es una persona informada, y es de suponer también, al menos en el ejercicio profesional del periodismo, que El Telégrafo estaba obligado a contrastar la fuente, lo que le habría llevado a la inequívoca conclusión de que más de un año y medio antes de diciembre de 1996, C.A. El Comercio había dejado definitivamente de ser accionista de la operadora celular que intervino en tal evento.
3.- En la publicación, además, se sostiene, en forma errónea, que el diario el Comercio nada habría dicho de los eventos relacionados con las concesiones de la telefonía móvil celular ni de la renegociación de diciembre de 1996. Esto no responde a la realidad. La más elemental revisión de las publicaciones de la época permite concluir, sin lugar a dudas, que el diario El Comercio, en forma reiterada, informó y opinó sobre estos temas con absoluta independencia y objetividad.
Atentamente
Andrés Hidalgo Cevallos
Presidente Ejecutivo-Director Adjunto
Grupo El Comercio C.A.