Soy una inmigrante que no vive en este país, el motivo de esta carta es porque mi hija Cindy Flores Mandich viajó el 21 de noviembre de 2011 a Guayaquil para someterse a una cirugía plástica con el Dr. Fernando Quintana Jederman, quien la sometió a 5 cirugías durante dos horas y media, tiempo en el cual mi hija murió dentro del quirófano.
La autopsia reveló que falleció por un edema cerebral, un edema pulmonar agudo y un paro cardíaco respiratorio, sus órganos fueron enviados al Instituto de Higiene Dr. Izquieta Pérez para hacerle el examen histopatológico donde se reveló que la causa de la muerte fue por un shock anafiláctico, según la Dra. Carolina Pérez Cepeda, que es muy amiga de Hugo Quintana Coello, padre del Dr. Fernando Quintana Jederman.
Sus órganos fueron desechados a menos de un mes de su muerte, a pesar de existir una orden de que fueran preservados. Desaparecieron, al igual que las fotos de criminalística cuando se retiró el cadáver de la clínica. Al preguntarle al fiscal Joffrey Gonzales Mora por qué no dictaba instrucción fiscal, nos dijo a mi abogado y a mí que tenía mucho miedo de ponerle cargos al Dr. Fernando Quintana Jederman porque su padre, Hugo Quintana Coello, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, lo iba a demandar a él si le ponía cargos a su hijo.
Si hay una muerte y hay pruebas suficientes, ¿qué se necesita para que actúe este fiscal inepto y corrupto, Joffrey Gonzales Mora, quien ocupa un cargo que -se supone- es para defender a las víctimas de injusticias? Hay pruebas suficientes y, sin embargo, archiva el caso por “falta de evidencias”.
Esta es la segunda víctima del Dr. Fernando Quintana Jederman, ya que en 2003 mató a otra mujer; según los exámenes histopatológicos, murió de un shock anafiláctico y el caso también fue archivado porque su poderoso padre compra a todos.
Quiero justicia para mi hija, Cindy Flores Mandich, de 23 años, una chica sana y con un futuro por delante. Este asesino carnicero le quitó la vida porque no supo como profesional asesorar al paciente y no hacer tantas cirugías en solo dos horas y media.
El Dr. Juan Montenegro, que efectuó la autopsia, no mandó la glotis al Instituto de Higiene, donde podría determinarse en los exámenes histopatológicos que ella murió de un shock anafiláctico. Esto significa que si no hay glotis no hay shock anafiláctico. Eso lo inventaron ellos para cubrir al Dr. Fernando Quintana Jederman porque aquí no hay justicia.
Lcdo. Orlando Pérez, hay un montón de personas corruptas que ocupan cargos que no merecen, por ejemplo, el médico perito de la Fiscalía, el Dr. Alberto Ramírez Mazzini. Este individuo, la primera vez que me vio -cuando fui a pedir los resultados de su pericia- me dijo que era sexólogo y que no tenía relaciones sexuales con su esposa, que ella era cristiana evangélica y que a él le encantaba hacer el sexo de todas las formas. Este hombre asedia a las mujeres y prueba de ello es que también fue acosada la Dra. médico perito que trabaja en la Fiscalía, Deysi Trejo.
Escuche el pedido de una madre que clama por justicia. En nuestro país hay muchos casos de negligencia médica. No hay ley que someta a los doctores para que sean juzgados por estos crímenes.
Narcisa Mandich Valle