Si no fue mal transcrito su editorial, cuya síntesis apareció en la página 2, sección Vida y Estilo, de diario El Universo, edición del domingo 15 de enero de 2012, usted describe al Presidente como “un paria”.
Paria es el nombre que se da en la India a los individuos privados de todos sus derechos religiosos y sociales por causa de su nacimiento, por haber sido excluidos de su casta. Por extensión significa: hombre desdeñado y rechazado por los demás hombres. Sinónimo de paria: pobre.
Su condición de editorialista del Washington Post induce a imaginar un escritor de condiciones relevantes, conocedor de su oficio, generalmente bien informado, posiblemente honesto, bien educado y bien pagado.
Lo antes dicho genera a su favor la presunción de que sus afirmaciones son acertadas, imparciales y muy sopesadas.
Cuando usted calificó de “paria” al señor Presidente del Ecuador, descarto que quiso informar a sus lectores que Rafael Correa pertenece a una clase social de la India compuesta por individuos privados de todos sus derechos religiosos y sociales, ya que la República del Ecuador se encuentra en América del Sur y Rafael Correa pertenece a la religión católica y goza de todos los derechos sociales y políticos.
Descarto también que usted haya querido insinuar, siquiera, que el señor Presidente del Ecuador es un hombre desdeñado y rechazado por los demás hombres, pues ejerce sus funciones con el respaldo democrático y el voto mayoritario de los habitantes de este país, y en la actualidad goza de un alto grado de aceptación refrendado por todas las encuestas serias de opinión.
Por exclusión, la única interpretación posible que queda es el sinónimo de paria: hombre pobre. Tal vez es esto lo que usted quiso decir del presidente Rafael Correa. En este sentido, la interpretación es de alguna manera razonable.
El Presidente de Ecuador es de origen humilde, no pertenece al grupo económico de los poderosos y lucha con los medios a su alcance por la erradicación de la pobreza.
Atentamente
Rouis Chele