El imperialismo norteamericano, que es  enemigo de los gobiernos progresistas, defensores de sus recursos y de su soberanía, ha cambiado de táctica para destruirlos, utilizando los golpes blandos en reemplazo de los golpes militares del siglo pasado.

Un elemento efectivo, como lo ha demostrado el golpe blando en Brasil, es el poder mediático. La población se ve bombardeada permanentemente por la prensa corrupta con mentiras, manipulaciones y calumnias contra los dirigentes progresistas.

Si conocemos cuál es el enemigo de nuestros gobiernos, el Gobierno hace mal en querer entregar los medios incautados al enemigo. Más bien el Gobierno debería nacionalizarlos y, si es posible, nacionalizar toda la prensa comercial. Un paso verdaderamente revolucionario porque la información veraz es un derecho del pueblo que los gobiernos deben garantizar. Tenemos el ejemplo de Cuba. No han podido con la Revolución cubana porque el pueblo cubano no está desinformado, porque no hay prensa comercial y, más fundamentalmente, la prensa pública de un gobierno revolucionario debe servir para desarrollar la conciencia revolucionaria de su pueblo, para que esté en
capacidad de saber quiénes son los verdaderos defensores de su derechos y quiénes utilizan la política para ponerla al servicio del capital nacional y transnacional, algo en lo que han fallado los gobiernos progresistas.

Así, en la población sencilla del pueblo, hallamos personas que son enemigas de los gobiernos progresistas, como sucedió en Argentina, en Venezuela y aquí en nuestro Ecuador, el pueblo sencillo de los suburbios vota por los candidatos de la oligarquía.

La verdadera defensa de la Revolución Ciudadana no esta solo en hacer obras, sino en conseguir que el pueblo tenga una verdadera conciencia  revolucionaria socialista.

Luis Guillermo Sotomayor