Durante la tercera semana de mayo, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha enviado una carta a todas las Conferencias Episcopales del mundo con el objetivo de dar una respuesta adecuada a los eventuales casos de abuso sexual que se pudieran cometer en el seno de la Iglesia.
A estas alturas resulta innegable la brutal campaña orquestada desde diferentes instancias para difamar a la Iglesia aprovechando los escándalos que han afectado a una ínfima parte de los miembros de la institución.
Pero eso no resta gravedad ni dolor a una grave lacra que el Papa está decidido a afrontar de raíz, con un ejemplar equilibrio de firmeza y misericordia, hasta el punto de que la actitud valiente de la Iglesia está ya siendo reconocida en muchos sectores como modelo para toda la sociedad, donde la lacra de los abusos está muy presente, aunque en ocasiones se oculte de forma deliberada o se ponga el foco en otro lugar para desviar la atención.
Qué diferencia con el caso DSK (Dominique Strauss-Kahn, director gerente del Fondo Monetario Internacional) y los socialistas franceses.
José Morales Martín
España