Que viva Cuenca, señores,
la Meca de la cultura,
un pensamiento de altura
que merece los honores.
Paraíso de las flores,
como eterna primavera,
es la dorada quimera
de la brisa en los plantíos
que llevan tus cuatro ríos
más allá de la frontera.
Mote pata, mote pillo,
mote sucio, mama mía…
¡Viva la gastronomía
de la cual me maravillo!
Es el potaje sencillo
de nuestra Chola Cuencana,
siempre está en primera plana
en la escala del sabor,
orgullo del Ecuador
en forma sencilla y llana.
Un sombrero de toquilla
teje la Chola Cuencana,
como reina y soberana
del mundo de maravilla.
Brota una redondilla
de la flor del amancay
que la riega el Yanuncay
para tornarla en poesía
y rendirle pleitesía
con los bardos del Azuay.
Hoy se encuentra engalanada
por la fecha libertaria,
nuestra Cuenca legendaria,
tan grandiosa y afamada.
Su bandera desplegada
en este justo momento
que forjamos el cimiento
de la patria del futuro,
con paso firme y seguro
y altivo al ciento por ciento.
Pp.
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