Siendo este organismo el máximo rector de la justicia debió estar adornado de todas las cualidades y méritos que su función exige. Se le acusa de concursos amañados para el nombramiento de sus 9 integrantes, cercanía con el anterior gobierno, velocidad para tramitar casos relacionados con el Ejecutivo y parsimonia para resolver los del ciudadano común, deficiente acceso a la información de sus sentencias con una página web poco amigable, credibilidad del 20.1% de la población y dudoso manejo de recursos públicos como el contrato para desestresar a 104 funcionarios. El CPCCST también estudia enriquecimiento ilícito y lavado de activos de algunos jueces. Cae un importante bastión de la década oscura de Correa y que le obligará a someterse a la justicia casera e injusta a la que estamos acostumbrados los parroquianos de a pie. (O)
Dr. Carlos Mosquera Benalcázar