Con el respeto que tenemos a la Corte Constitucional, considero que es importante que se digne pronunciarse sobre el alegato presentado el 21 de enero de 2011, cuando 15.000 personas que llenaron el coso de la plaza de toros de Quito gritaron: “Libertad, libertad” en una sobrecogedora expresión de reclamo y defensa de la fiesta de los toros, afectada por el contenido de la consulta popular promovida por el Gobierno anterior.

Es importante traer a la memoria las protestas que se realizaron en Quito; la marcha por la libertad, que concluyó en la Corte Constitucional, donde empresarios, toreros, ganaderos, trabajadores y periodistas presentaron la argumentación, que identificó 31 transgresiones en la consulta.

En febrero del mismo año, en la Plaza de Toros Quito se realizó un magnífico espectáculo donde se expresó con claridad y precisión cuáles son las profundas raíces históricas y culturales de la actividad taurina. En fin, ese fue un año de defensa de la tauromaquia, a través de marchas de los alumnos de las escuelas taurinas, y a pesar de una campaña controlada y dominada por la publicidad gubernamental, los voceros de la lucha concurrieron a cientos de entrevistas de prensa, radio y televisión, foros, debates, grafiteros, afiches, etc., para ver si se podía superar el autoritarismo de la consulta.

Pienso que el protagonista fue el pueblo de Quito, que ahora quiere continuar con la lucha por la recuperación de la integridad de la fiesta de toros. Por ello y por el respeto a ese gran conglomerado de aficionados a la fiesta taurina, solicitamos una vez más se nos diga cuál es el camino, o si definitivamente no existen soluciones, lo cual sería aceptar la prepotencia y la ilegalidad del anterior Gobierno y del exalcalde Barrera. (O)

Pedro Díaz Estrella