Bueno, ecuatorianos, hagamos un minuto de recordación del pasado, y encontremos la diferencia con el presente. El presidente constitucional de Ecuador, Ec. Rafael Correa Delgado, que significa para el país, sin lugar a dudas, un cúmulo de virtualidades porque vemos en él una extraordinaria complejidad de cualidades, dejando un avance incontenible de desarrollo para nuestro país.
Como ya es notorio ver la cantidad de obras inauguradas en todo el territorio nacional, ponemos ejemplos: termoeléctricas, escuelas y colegios del milenio, carreteras hospitales, centros de salud, etc.
Nadie en la vida republicana del país ha hecho obras gigantescas en beneficio para todos los ecuatorianos. Por tal motivo, deja un legado para la continuación de obras de desarrollo para su pueblo, como ya es de conocimiento público, en las personas acertadas: los señores Lenín Moreno y Jorge Glas, responsables de guiar los destinos administrativos y operativos de obras para todo el país.
Ecuatorianos, elijamos de una manera responsable y acertada a los compañeros Moreno y Glas, como presidente y vicepresidente constitucional de Ecuador, ellos nos van a representar en los 4 años de gobierno, hombres probados a nivel nacional e internacional. Tengamos fe, recordemos que la fe es un estado mental, que se desarrolla condicionando la mente para recibir a la inteligencia infinita, para elegir a dos líderes que guíen los destinos de nuestra patria.
Por tal motivo, no nos dejemos engañar con falsos ofrecimientos de ambiciosos politiqueros que hasta han prometido acabar con todo lo creado por el Gobierno actual, resultado del sacrificio y dinero del pueblo; incluso afirman que dejarán sin aviones a los futuros mandatarios para que no tengan en qué movilizarse en los viajes internacionales. Estos anuncios son productos de politiqueros irresponsables e incapaces de dar soluciones concretas y veraces para su pueblo. Si los ecuatorianos volviésemos a caer en manos de estos atrasapueblos, sería una desgracia total para nuestro país.
Sus jefes ya gobernaron, y no hicieron nada bueno para nuestra patria. En el tierrero de aquella época daba vergüenza decir ‘soy ecuatoriano’; los gobiernos eran pasajeros, creando una inestabilidad total, producto de tantos ambiciosos e inexpertos en manejar los destinos de nuestra patria. Ellos están preparados solo para insultar y no para dar soluciones correctas a su pueblo. Según ellos, nada está bien; tienen enfermas sus mentes, están llenos de odio y de rencor, no razonan, solo actúan a través de sus malos instintos.
Esperemos que nunca vuelva el pasado. El Ec. Rafael Correa Delgado, como presidente constitucional de Ecuador, dio mucha fe y esperanza a todo su pueblo, un hombre que se ha ganado la voluntad mayoritaria de toda su gente, quedando como un líder nacional e internacional, ya que con su presencia nos tiene bien representados en todo el mundo a todos los ecuatorianos, tal como yo lo escribí en mis anteriores editoriales. Por tal motivo, te damos gracias a ti, compañero Presidente. (O)
Atentamente
Ing. José Yaguana Cuenca