Comentario a editorial “Vida prenatal o aborto: falso...”, de Holger Paúl Córdova, de esta fecha
19 de diciembre de 2012Comienzo preguntando al editorialista cómo educa a sus hijos, sino es a través de imaginarios y costumbres; ¡ah!, y cuidado les someta a las normas de tránsito que el Estado exige, pues les convertirá en dominados.
En lo que respecta a los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, estos no pueden sacralizarse al punto de que el mismo derecho se convierte en verdugo social. La capacidad de concebir de una mujer no es similar a su capacidad de segregar ácidos gástricos. No, señor editorialista.
El ser concebido es otro ser, es otra realidad, es distinto a la madre, tiene todos los derechos universales del ser humano vivo; no hay diferencia con el escolar de 6 años que lleva de la mano, o con el hijo joven de 25 que lleva al altar. Depende de la madre fisiológicamente, como depende el neonato de la alimentación materna, pero es otro. Su origen pasa a segundo orden, aunque haya sido indeseado.
Lo demás son eufemismos repletos de dobles intenciones entre las que sobresalen el consumo sexual, el hedonismo, el libertinaje capitalista y hasta la demagogia política. Y por favor no le meta siquiera a la religión a la que ha maltratado en su escrito; la misma naturaleza pide cuentas. Pregúnteles a los modelos nórdicos de los “derechos sexuales y reproductivos” si tienen sociedades más felices, familias más fuertes, índices de crecimiento demográfico adecuados.
En cuanto a la morbilidad femenina por aborto (la referencia www…deprime), no la utilice como argumento; mejor refuerce su última idea: “evitar el aborto”, con una sexualidad responsable, en su momento, afectiva, abierta a la vida.
Finalmente, en lo que tiene que ver con las reducidas concepciones violentas e indeseables, hay millones de personas que aceptarán al recién nacido y lo amarán por siempre. Pero que no lo maten.
Cristóbal Serrano Dueñas
C.C. 1704346822