Señor Director:
Lo que está pasando en el Gobierno Nacional es para Ripley porque, aunque usted no lo crea, el contrasentido es el fatal signo de las decisiones que se vienen tomando.
Se nombra titular del Ministerio del Interior, llamado a combatir la delincuencia y proteger a la ciudadanía de los delincuentes, a una dama que, cuando era asambleísta del correísmo, fue una de las principales promotoras en impulsar la reforma al Código Penal de que robar o hurtar $ 600 no era delito y que con tal reforma, sancionada por el igual presidente, se dio pábulo y carta blanca a la delincuencia que ante este amparo proliferó en el país, atemorizando a la población y haciendo de las suyas porque, bajo esa norma, hasta la misma Policía estaba llamada a proteger a los ladrones en contra de la sociedad civil. Ahora en el COIP consta como una simple contravención.
Parece que hemos perdido la memoria, señor presidente Moreno. El pecado está en persistir en el error. Rectifiquemos para gozar de la credibilidad de los ecuatorianos que seguimos siendo golpeados por el correísmo. ¿Hasta cuándo?
Atentamente
Gustavo Chiriboga Castro