Ciertos personajes de la política y ex funcionarios se rasgan las vestiduras defendiendo los pronunciamientos de organismos interamericanos defensores de los derechos humanos y de la libertad de expresión como jamás lo hicieron tan diligentemente en defensa de la dignidad y soberanía de nuestra patria.
Estos organismos extranjeros, parcializados de nacimiento, lamentablemente obedientes y direccionados por quienes no conocen la no intervención y autodeterminación de los pueblos del mundo, no son los indicados para dictar e imponer normas de conducta a un presidente como el señor economista Rafael Correa, que valora como lo más preciado que tenemos las personas, la honra, el honor y la dignidad humana.
Insólito que la crítica y prensa mundial respalde y se solidarice con los que ofenden y no con los ofendidos. ¿A esto llaman defensa de los derechos humanos y de la libertad de expresión y de prensa? ¡Qué vergüenza! La prensa mundial debe tener muy en claro lo que dijo de ella su excelencia el Papa, que era un dictadura.
El editorialista bravucón e insultador de diario El Universo atribuye el perdón del señor Presidente a un triunfo de la solidaridad mundial. De ser así, valiente de su parte sería que renunciara al perdón y regresara al país a enfrentarse con la justicia.
Hoy tenemos un presidente que rescató la dignidad de los ecuatorianos y la soberanía de nuestra patria, entregada de rodillas en el pasado.
No somos colonia de nadie y no permitamos coloniaje a distancia por malos ecuatorianos. Solamente el odio no le permite a la oposición reconocer los grandes aciertos y diferencias de este Gobierno, imposible de ser realizado por los continuistas del ayer.
Al margen de personajes trasnochados y delirantes, de políticos cuestionados, de desertores desleales y ambiciosos, de fugitivos de la justicia, entre otros opositores, nuestro singular y gran líder pasará a la historia como el mejor Presidente de los últimos tiempos, como el que nos enseñó a los ecuatorianos a ser más ecuatorianos. Jamás tendrá nuestro país un sucesor a su altura y dignidad. Su trayectoria trascenderá como un ejemplo para el mundo.
Viva la patria y hasta la victoria siempre, señor Presidente.
Atentamente,
Fabián Chiluiza Villalva
C.C. 180002675-7