Señor Director
de El Telégrafo
Lcdo. Orlando Pérez
Como todo artículo del Dr. César Paz y Miño, el último (2012-07-08), es muy instructivo. Lo que más me admira es que grandes científicos como el mismo Peter Higgs, y muchos otros, no vean una inteligencia superior creadora del universo, después de explorar el micro y macrocosmos; no se ha probado que Dios existe ni que no existe. El mismo articulista admite que descubrir una partícula tan ínfima “casi” explica la infinitud del universo; este “casi” puede ser infinito.
En cuanto a un dios, dice “su descubrimiento precisamente lo cuestiona”, afirmación arbitraria, pues yo diría lo contrario: cuestiona la ausencia de Dios; los griegos pensaban que la partícula más pequeña era el átomo y después de dos milenios se probó que tiene una veintena de elementos. El Big Bang transformó la energía en materia, y con otros mil descubrimientos más, creo que se llegará también “casi” a la verdad… Donde se acaba la ciencia, comienza la filosofía.
Hay dos grandes campos humanos distintos: fe y ciencia; en esta impera la razón; esto conocía muy bien mi maestro alemán Federico Nietzsche, creyente en Dios, pero deísta, “Dios es el poder supremo y esto basta” (“Voluntad de poder”). Acusó: “Dios ha muerto”, porque le han asesinado los fariseos que precisamente se valen de Él (De mi obra “La Burguesía” 2010); “...el hecho de que se haya quebrantado la fe en el Dios cristiano…el Dios antiguo ha muerto” (“La Gaya Ciencia”).
Contra Nietzsche se cometen muchos errores: fue muy crítico de los mismos alemanes, “los alemanes que son una raza excesivamente irracional” (“La Gaya Ciencia”); de los periódicos, “…vomitan su bilis y lo llaman periódico” (“Así habló Zaratustra”); de la religión judía -no antisemita-, de la metafísica (“…la bruja, es decir, la metafísica” (“Consideraciones Intempestivas I”), etc.
Dr. Catón Villacreces Jácome
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