Córdoba, 24 de mayo de 2012
Estimado Orlando Pérez
Director de diario El Telégrafo
Le saluda David Avilés (Lic. en Comunicación Social Quito-Ecuador; Tesista de la Maestría en Comunicación y Cultura Contemporánea y Doctorando en Antropología Social por la Universidad Nacional de Córdoba Argentina).
Quisiera escribirle en relación a las opiniones que varios medios privados del Ecuador han realizado en torno a la homosexualidad. Específicamente me refiero a las opiniones de Miguel Macías Carmigniani en su artículo: “¿Familia alternativa?”, publicado por el diario El Comercio; y el de Peter Bjerre Mosquera en su artículo: “La familia”.
Señor Pérez, los artículos antes mencionados difícilmente entran en el marco de la “libertad de expresión”. Vamos a llamar las cosas por su nombre, son artículos claramente discriminatorios. A lo largo de las últimas décadas los movimientos por la diversidad sexual en América Latina y el Caribe han emprendido fuertes acciones por cuestionar y desinstitucionalizar un modelo patriarcal y heteronormativo de entender la sexualidad.
Por el bien de la democracia, resulta importante el reconocimiento legal, político y social de las parejas del mismo sexo como uno de los cambios culturales fundamentales en el Ecuador contemporáneo. El movimiento por la diversidad sexual es, sin lugar a dudas, un actor principal y central para comprender las principales críticas hacia las formas tradicionales de regular la familia. Y no solo eso, sino que son -además- los encargados de poner en evidencia que la heteronormatividad ha sido un sistema de poder.
El discurso conservador de estos dos artículos representa un claro reduccionismo de elementos que intentan circunscribir una confusa mezcla entre lo tradicional, lo natural y lo humano a un determinado modelo de sexualidad. Aquello es muy peligroso para construir opinión ciudadana ya que se intentaría imponer la idea de “verdad única” y “absoluta” asociada a valores universales.
Es necesario debatir, dialogar y agudizar la mirada cuando se presentan artículos como estos. Los procesos de construcción del pensamiento en torno a la sexualidad en el Ecuador contemporáneo jamás deben alejarse de los conceptos democráticos clave: diferencia, diversidad, libertad, participación, igualdad, etc. Como ciudadano ecuatoriano, repudio de manera categórica estos artículos fundamentalistas que bien podrían pasar a instancias judiciales por atentar a la dignidad del ser humano.
Atentamente,
Lic. David Avilés Aguirre
Ecuatoriano, estudiante de Doctorado en
Antropología, radicado en la ciudad de
Córdoba-Argentina