Quito, 3 de mayo de 2012
Señor
Orlando Pérez
Director
El Telégrafo
Ciudad
Señor Director
En la edición de El Telégrafo del día de hoy, en la nota que trata de probar que la “diversidad mediática estaba en el año 2010 en solo 8 familias”, se desliza una serie de graves errores que, a nuestro criterio, no debían producirse, menos aún cuando usted, cuando trabajó en diario Hoy, y según conozco en otros medios independientes, pudo apreciar claramente la composición accionarial de estos, en especial de Edimpres S.A., editora de Hoy. El tratamiento de la información, a la par, viola la Constitución vigente.
1.- Se asegura que el Grupo Mantilla, entre otras propiedades, es también propietario de la Empresa de Teatros y Cines de Quito en asociación con el grupo Mantilla Anderson.
Al respecto debo recordarle que la Empresa de Teatros y Hoteles de Quito S.A. (no cines) en los últimos 80 años no ha tenido como accionistas a ese grupo ni a los miembros del mismo y que esta empresa, desde hace más de 10 años, dejó de operar. Su principal activo, el Teatro Bolívar, fue entregado, antes de este Gobierno, a la Fundación Teatro Bolívar como donación por su importancia patrimonial para la ciudad.
2.- No existe el llamado Grupo Mantilla Anderson. Editores e Impresores, Edimpres S.A. es una empresa anónima con más de 260 accionistas en la que el Sr. Jaime Mantilla Anderson es propietario de un respetable paquete accionario. El Sr. Mantilla Anderson no posee acciones en ninguna de las empresas mencionadas por ustedes como parte de este inexistente grupo.
3.- El llamado Grupo Mantilla Anderson, o las empresas con las que se le relaciona, no tienen como socios individuales o corporativos a miembros de los que Uds. denominan Grupo Egas o Grupo Mantilla.
4.- Finalmente, el diario MetroQuil o Metro Guayaquil fue fundado en el año 2006, por lo que resulta imposible que haya sido socio de Otecel, como malintencionadamente se señala en la nota a la que hacemos mención.
La Constitución vigente, en su artículo 18, numeral 1, claramente señala el derecho de todo ciudadano a “recibir información veraz, oportuna, verificada, contextualizada, plural, sin censura previa, acerca de los hechos, acontecimientos y procesos de interés general y con responsabilidad ulterior”. Con la publicación realizada este día, El Telégrafo viola este derecho fundamental al publicar una información falsa, no verificada ni contextualizada.
Atentamente,
Jaime Mantilla Anderson
Nota de la Redacción
En el reportaje publicado ayer bajo el título “La diversidad mediática estaba solo en 8 familias”, El Telégrafo cita un informe de la Comisión para la Auditoría de Frecuencias de Radio y Televisión, realizado para el período 2008-2009, el cual detalla los vínculos económicos entre las ocho familias que, en esa época, financiaban a los principales medios de comunicación, actualmente autodefinidos como “independientes”, entre ellos diario Hoy.
Y respecto a la participación de Metro Guayaquil como socio de Otecel en 1993 para obtener la concesión por parte
del Estado ecuatoriano, este diario aclara que sobre ese tema existen documentos públicos que reposan en el Ministerio de Telecomunicaciones.