Quito, 17 de abril de 2012

Señor
Director
Diario El Telégrafo
San Salvador E6-49 y Eloy Alfaro
Quito

Señor Director:

En democracia decide la mayoría, esto hay que recordarle al doctor Diego Oquendo, periodista y escritor de  reconocida  trayectoria, de manera que lo dicho por él con tono  sentido y lastimero: “No quiero cinco años más de Alianza PAIS” denota una irreflexiva y limitada concepción de lo que actualmente vive el país con los importantes cambios que lleva adelante ese movimiento político con el liderazgo del presidente Rafael Correa, por lo que ese clamoroso deseo del doctor Oquendo se convertirá en un prolongado pesar durante el tiempo que falta del actual período presidencial y los cuatro años siguientes que inexorablemente vendrán luego de las elecciones venideras.

El periodista que hasta hace algunos años todavía destacaba por sus inteligentes comentarios, entereza en su actitud y ser un buen entrevistador, ahora se ha dejado llevar, al igual que otros tantos periodistas, por un obsesivo rechazo a Rafael Correa y su gobierno, quien por todo lo que está logrando en beneficio del país con el proyecto político de la Revolución Ciudadana sigue manteniendo el respaldo mayoritario de los ecuatorianos, razón por la que en las próximas elecciones lo vamos a reelegir, pese a las consabidas tácticas que utilizará la oposición ciega de los que representan el poder económico que manejó a su antojo los destinos del Ecuador durante casi dos siglos, de los que pertenecen a una clase privilegiada y que no conciben el hecho de que todos tienen derecho a los beneficios del desarrollo y a mayores oportunidades para un buen vivir y de aquellos cuyo obstinado resentimiento les ha llevado a perder la noción de lo que significa ser consecuente con los principios ideológicos.

Ese mismo periodista que ahora, en sus años de mayor madurez, divaga con prejuicios calificando con sarcasmo de “políticos revolucionarios de cafetín”, refiriéndose también al movimiento del Gobierno y queriendo significar que directivos, ministros de Estado, otras autoridades públicas y activistas del movimiento no conocen de manera seria la problemática del país y, por tanto, tampoco pueden debatir ni dar las soluciones adecuadas que este requiere; lo que refleja un concepto simplista, infundado y con intención de desprestigiar al movimiento Alianza PAIS  y lo que  representa en los avances sociales que en el Ecuador se vienen produciendo.

Nos queda entonces solo recomendar al doctor Oquendo que asuma la posición de periodista objetivo en el análisis de la política nacional y concretamente en la labor que desarrolla el presidente Correa y su gobierno, dando crédito a los aciertos, que en realidad son muchos, y siendo crítico en lo negativo, de acuerdo con una meditada y ecuánime convicción propia, actitud que, además, ayudará a que en los próximos cerca de cinco años no haya en él cabida para la aflicción y tenga sosiego en su vida.   

Atentamente,                              

Gabriel Araujo G.                                
C.C. 170445105-1