Señor Orlando Pérez
Director de diario El Telégrafo
Es grato para mí saber que hoy en día el ciudadano tiene una percepción diferente de los servicios que presta el Registro Mercantil de Guayaquil, institución que, como otras tantas dependencias públicas, cumple a cabalidad el mandato constitucional que consagra el derecho de los ciudadanos a disponer de bienes y servicios de óptima calidad.
En respuesta a los comentarios positivos que ha hecho un lector de diario El Telégrafo, debo agradecer esta reacción de complacencia respecto a la atención recibida en el nuevo y moderno RMG, y a usted, señor director, por hacerla pública. Modestia aparte, debo indicar que esta institución sí ha crecido en eficiencia y se ha preocupado porque el usuario reciba una atención de primera y, sobre todo, ágil.
Este tipo de comentarios no nos deja satisfechos ni conformes, sino que nos compromete a trabajar con más responsabilidad hacia la comunidad guayaquileña, y a continuar apoyando los objetivos del Gobierno Nacional y el Régimen del Buen Vivir, que son también los objetivos del Ministerio de Telecomunicaciones y de la Dinardap, entidades rectoras de las políticas registrales, que están transformando, hoy en día, el manejo y disposición de los registros públicos del país.
Justamente, y gracias al Sistema Nacional de Registro de Datos Públicos, Sinardap, promovido en la Constitución, se está llevando a cabo un proceso de altísima responsabilidad, el cual ha involucrado la modernización y la transferencia a la esfera pública de los registros mercantiles. Estos, al momento, ya suman once a nivel nacional, y son nada menos que dependencias públicas que brindan sus servicios al usuario con calidad y, desde luego, con calidez.
Efrén Roca Álvarez
Registrador Mercantil de Guayaquil