Carta enviada por el señor Julián Pólit en referencia al editorial publicado por el periódico estadounidense Washington Post contra la política soberana de Ecuador y de su Presidente de la República.
Para el Editor del Washington Post
Washington D.C.
[email protected]
Apreciado señor Editor,
El referido editorial parece ser otra conexión en la cadena de reportes sobre los presidentes progresistas que hemos elegido en Sudamérica. Creo que el reporte es injusto porque no muestra el otro lado de la realidad, contiene errores y prejuzgamientos producto de una observación apresurada.
Ecuador es un país soberano, regido por nuestras propias leyes y con oficiales electos democráticamente. El presidente Rafael Correa, PhD en Economía, ha ganado ocho consecutivas elecciones, varias de ellas avaladas por organismos internacionales, que han sido invitados por nuestro Gobierno.
Tal como en su gran país, en Ecuador existe una pequeña pero poderosa oposición, dirigida por los peores y más repudiados políticos, quienes son apadrinados por las élites sociales y financieras, incluidos los dueños de los periódicos, quienes han perdido el poder de cambiar e imponer gobiernos. Algunos de sus columnistas difunden diariamente mentiras e insultos, por los cuales han sido demandados en nuestras cortes y sentenciados por la ley.
Ellos están siendo defendidos por un grupo de abogados ecuatorianos, quienes han apelado las sentencias. La oposición quiere que nuestro Gobierno fracase. Ellos no están felices con los progresos que Ecuador ha alcanzado en educación, la construcción de infraestructura en todo el país, como carreteras, vivienda, salud, el combate a las actividades criminales, bienestar social, avances que han sido reportados por agencias especializadas de la Organización de Naciones Unidas, como la Cepal, la FAO y Unesco.
Lo más importante es que el gobierno del presidente Correa está haciendo esfuerzos para combatir la corrupción, la pobreza, el analfabetismo. Ha elevado la autoestima de los ecuatorianos, proveyéndoles educación y trabajo, para que se sientan orgullosos y amen a su país, aprendan a obedecer las leyes y respeten a nuestras autoridades constitucionalmente electas.
Realmente esperaba que su reporte hubiese representado una visión honesta de la realidad en la que se encuentra Ecuador en los actuales momentos.
Le sugiero que visite mi país, el cual es bastante diferente de aquel de hace seis años; ha cambiado para bien. Estoy seguro de que para el presidente Correa será bienvenida su presencia en el país, donde tendrá la oportunidad de conocer nuestra hermosa nación y entrevistar a muchos ecuatorianos felices, quienes pueden atestiguar la realidad.
Sinceramente,
Julián E. Pólit