Quito, 10 de noviembre de 2011
Señor Edwin Ulloa
Director diario El Telégrafo
Presente
De mi consideración:
El día de hoy, jueves 10 de noviembre de 2011, en El Telégrafo, en la página 1, Titulares, se publica una nota que con el título: “Nivea Vélez, defensora de los trabajadores, despidió a su empleada doméstica” y, en la página 4, sección Actualidad, en casi la totalidad de la página se publica una nota con el titular: “Doble discurso. Nivea Vélez, defensora de los trabajadores y jubilación de la mujer, despidió a su empleada”.
En el desarrollo de la nota, con absoluta mala intención se realizan afirmaciones que no solo constituyen una desinformación y manipulación de la información, hechos permanentemente atacados por el señor Presidente de la República a los que él llama “medios corruptos” o “prensa corrupta”; sino que además son un franco ataque, pues los términos pasan de la redacción informativa a la descalificación y juzgamiento de hechos que fueron ya conocidos y resueltos por la justicia.
Por otro lado, la “investigación” realizada por la “unidad” respectiva del diario por usted dirigido no contrasta información con la propia niña, cuyo “nombre” ha sido expuesto por este “medio público” en total irrespeto a la privacidad y a la vida de esa persona. El periodista que se acercó a “entrevistarme” cuenta una profunda historia de dolor, en la cual una niña ha sido privada de su adolescencia, “...cambiar muñecas por escobas y trastos que lavar...”; deja entrever la posible existencia de explotación y otras afirmaciones que no son sino la manipulación de la vida de una persona pobre de este país.
Por respeto a la adolescente con quien compartimos algunos años de vida en familia, por el afecto que existió y se mantiene, pese a los malos entendidos que en toda relación existen, me negué a opinar y responder a su periodista sobre el tema; sin embargo, la historia contada no solo afecta el derecho al buen nombre y a la dignidad de mi persona, sino que utiliza y manipula la historia de vida de una persona, la cual no es contada sino desde la intención de desacreditarme. En consecuencia, solicito a usted el mismo espacio destinado por este medio de comunicación, a fin de rebatir las afirmaciones realizadas.
Atentamente
Nivea Vélez Palacio
Asambleísta por la provincia de Loja
Nota de Redacción
A la asambleísta Nivea Vélez se le pidió su versión de los hechos y se negó -no de la forma más educada- ante el reportero de este diario. La adolescente a la que se refiere actualmente tiene 19 años y con todo derecho ha hecho pública su denuncia. La asambleísta solo tenía que explicar por qué despidió a su empleada. Más allá de eso, el artículo contó con su respuesta y ahora, por respeto a nuestros lectores, publicamos su carta, pero no consideramos que merezca el espacio para dar otra versión, que en su misiva no expone.